Opino como mucha gente que San Valentín no es más que una excusa para consumir. Pero a mí ya me gusta esta excusa, porque así tengo un motivo para esforzarme más en la cocina. Esta vez, no he preparado ninguna cena romántica, ni nada por el estilo. Se me ocurrió que lo que quería regalar este año a mi amada era el beso más dulce que jamás se haya dado, y después de practicar mucho, aquí está.
Choco late mi corazón cuando estoy cerca de ti.
Nata en el mundo hará que deje de amar te.
Y por mucho que el destino,
en un futuro, me in creppe,
feliz siempre seré
pues me quedará
que tal día como hoy, te besé.
8 comentarios:
Ole ole y ole!
Empezamos el asunto este de manera potente! Dejando el listón alto alto.
¡¡Halaaa, cómo mola!!
Oye, y los labios turgentes esos, ¿saben a fresa?
XD
¡Slurps!
Estaba súper buenísimo (y porque no conozco más superlativos). Está relleno de nata.
Por cierto, los labios turgentes saben a chocolate relleno de trufa.
Tenía un amigo que decía, al loro: superensueñísimo!
¿Superensueñísimo? ¡Qué complicado! Desde luego la pinta es buenísima...
Fíjate que hot he traido para hacer crepes. Qué casualidad!
Aquí las llamamos "filloas", y son de lo más típico en carnaval.
Menuda pinta que tiene esa.
Enhorabuena, por la idea, por el blog y porque sí.
Besazos a los...... ¿cuántos erais? ...a todos.
Hola vitru! oyes, me mola el postre, y me mola lo de 'colabora un poquito, anda' jeje esto ha sido wen seguro :)
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