Y he aquí el resultado:
Lo salado: en los vasitos, crema de verduras, ensalada de cangrejo y cous cous con pollo, en la fuente alargada blanca, patatas con bechamel y tomate y en los platos cuadrados surtido de quesos (roquefort, de cabra, de oveja curado, tierno, emmental...) fiambres variados y salmón ahumado.
Para empujar había cava con zumo de naranja, que entona un poquito, pero tampoco es plan embolingarse a las dos de la tarde.
Lo dulce, en otra mesa aparte:
Cañas de hojaldre de chocolate, bizcocho de kiwi cubierto de chocolate, brochetas de fresas con chocolate caliente y en vasitos copas de chocolate con nata y yogur griego con trocitos de naranja.
Hasta que diseñé el menú lo pasé fatal, pero al final fue todo un éxito y con muy poquito trabajo.
