lunes, 30 de noviembre de 2009

Salmón y cebolla marinada

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Durante el año, hay diferentes temporadas en las que el salmón, en las pescaderías, tiene un buen precio y sobre todo una buena calidad. Es cuando aprovecho para comprarlo a trozos y congelarlo. Así, cuando me apetece o tengo un compromiso a cenar o comer, sabiéndolo con varios días de antelación, lo marino y quedo como una reina, una reina en la cocina; pues incluso gente a la que no le gusta, le encanta mi salmón.

Antes de que se descongele del todo, con un buen cuchillo se lamina, lo más fino que se pueda, un par de milímetros de grosor, como mucho, sería lo adecuado. Se coloca en un taper de vidrio una primera capa de salmón, luego otra capa de cebolla cortada muy finita, se sazona con sal, hierbas provenzales y pimienta verde fresca. Y luego, otra de salmón, otra de cebolla, sazonada con sal y hierbas provenzales y pimienta verde fresca. Así, más o menos hasta tener unas seis, siete u ocho capas.

Si sigo teniendo salmón, lo pongo en otro taper. Normalmente hago tantos tapers como marinados quiero regalar, a la familia, a alguna amiga, o si quiero llevármelo al trabajo para invitar.

Luego hago una mezcla de 500 ml de aceite con 100 ml de vinagre de jerez, y la voy echando en los tapers de manera que cubra las capas. Los cierro y los pongo en la nevera a macerar diantre 48 horas.

Si necesito más aceite y vinagre hago la mezcla según la proporción. Como siempre, no hablo de cantidades, porque todo es según la cantidad de salmón inicial y eso, cada vez, es diferente.

Se saca de la nevera un rato antes para que comerlo a temperatura casi ambiente, ya que el aceite se densifica con el frío; y se come sobre una tostada, a gusto, es decir o hecha en casa o de esas compradas en el súper.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Setas

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Hoy he dedicado toda la mañana a “la comida”. Bien temprano he ido a comprar al mercado, verdura, fruta, pescado y carne. Me gusta mucho ir a primera hora porque encuentro las paradas llenas y, sobre todo, porque puedo elegir lo mejor del día.

Una vez en casa, he cocinado lo que primero se estropea, así, durante el fin de semana, sólo tendré que hacer los platos poco laboriosos.

He encontrado los últimos “rovellons” del año, creo, al menos los de la zona y se me ha ocurrido hacer una receta buenísima. En realidad, la receta es para desayunar; un buen desayuno en mitad de la mañana cuando dedicas el fin de semana al campo, pero yo la utilizo como acompañamiento para segundo plato, de carne, por ejemplo.

Se trocean las setas, no muy pequeñas, porque siempre en el fuego reducen bastante y luego necesitarías un alfiler para pincharlas. Se trocea el ajo, a gusto. En la de hoy, he utilizado ajo tierno, pero normalmente pongo del seco.

En una sartén se pone aceite, generosamente, porque para que la seta salga buena ha de estar jugosa. Eso sí, tampoco hay que encharcarla en aceite. Supongo que vuestro sentido común sabrá elegir la cantidad. A mí me gusta que queden todas mojadas por el aceite pero que no queden flotando en él.

A fuego medio, se echan, a la vez (esto es muy importante) los ajos y las setas y se saltean sin dejar de remover. Cuando ya han empezado a hacerse un poquito, les añado la sal y la pimienta y unas cuantas vueltas más.

Cuando considero que ya casi están (cada uno que juzgue si les gustan muy hechas o poco hechas) le añado, tomillo (mejor si es fresco, pero si no se consigue no pasa nada si es seco) un trozo de mantequilla (el necesario para que queden jugosas) y unas doce gotas de limón.

jueves, 26 de noviembre de 2009

BLOG MUERTO

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Bueno, como veo que nadie se anima a deleitarnos a todos con sus dotes culinarios voy a poner un par de fotillos de un par de cosas que hice para mi fiesta de Halloween el mes pasado:


Una tarta - cementerio de chocolate, galleta y gominolas



Unas mini arañitas de oreo y regaliz.