En realidad, puede que haya alguien que opine que no es necesario acompañar el plato que puse el otro día con un segundo, pero se equivoca. Las proteínas son importantes y sobre todo las necesitamos para pensar bien. Pero necesitarlas no significa atiborrarse de ellas. Lo propio sería que en las dos ingestiones más copiosas (comida y cena), se ingirieran unos 100 gramos de proteínas. Por esto, acompañamos las verduras con pasta con un segundo.
Los ingredientes: conejo salpimentado a gusto, ajos a gusto, una cebollita y hierbecicas.
Se pone aceite en una cazuela y se echa el conejo para dorarlo poquito a poco. Luego se añade a la vez, el ajo y las hierbecitas. Se le va dando vueltas para que se dore bien, a fuego medio bajo. Y cuando se considera que está al gusto de los comensales o de la cocinera, se le echa un buen chorro de vino rancio, típico de las bodegas de por aquí (si tenéis posibilidad, comprad un litro y medio y ya veréis como quedan los guisos). A fuego rápido se deja evaporar el alcohol y ya está, listo para comer.
Bon profit!!!!!
lunes, 22 de junio de 2009
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5 comentarios:
Dintel, ya vemos que has vuelto con fuerza. A ver si sirve para que se animen esa panda de haraganes que tenemos por autores del blog (entre los que me incluyo), que no hay manera de que tengamos esto medianamente actualizado.
¡La de años que no he comido conejo!
Por cierto, tengo que perderle el miedo a utilizar vino y demás licores en los guisos. Nunca me atrevo por si se les nota demasiado el punto alcohólico.
:)
Mi intención es actualizar más o menos seguido, pero aún tengo un par de asuntos que debo atender antes.
Poner vino en los guisos, si se deja evaporar bien el alcohol es genial. Les da un sabor muy bueno.
Yo de pequeña tuve un conejo.... era precioso y muy simpático. Sobra decir que no he vuelto a comer conejo en mi vida, claro.
A mí me encanta el conejo, como sea.
a ver si busco ya alguna receta y voy regresando.
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