En mi casa los sábados por la noche cenamos pizza casera. Es una tradición que se remonta a dos o tres meses pero que tiene todas las papeletas de perpetuarse hasta el infinito y más allá.
Normalmente hacemos una masa grande y la dividimos en bolitas de 50 gramos, osea, hacemos pizzas individuales de 50 gramos de base cada una. Parece poco pero si se deja crecer queda un pizza muy decente y ligera.
Le echamos de todo, calabacín, cebolla, rodajas de tomate, champiñones, rúcula, pavo, jamón bacon, salchichas, mozzarella, atún, pimiento, maiz, queso azul.... lo que tengamos por ahí en ese momento. El tomate de la base lo echamos triturado y mezclado con albahaca , pimienta y orégano. Y así cada uno se la hace al gusto según le venga en gana.
Nosotros hacemos la base muy finita porque nos gusta así y porque es más ligero para la noche, así que la pizza ocupa un plato grande entero pero con solo 50 gr de harina.
A continuación algunos ejemplos: (Se tarda menos de 3 minutos en preparar cualquiera de ellas)
Y por último y de regalo nuestra versión de la tarta de Irre. Esta me la hizo David por mi cumpleaños hace un par de meses, y estaba de muerte.
viernes, 18 de marzo de 2011
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3 comentarios:
ayyy qué rico todo! voy a ver qué encuentro para cenar.
Jo, no sé por qué siempre entro a estas horas y lo paso fatal viendo las recetas, ¡qué hambre y qué buena pinta!
Besitos
Nosotros también solemos hacer pizza casera en algún momento del fin de semana, pero las nuestras tienen un espesor mínimo de 5 cm... y no precisamente de masa.
:)
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