domingo, 20 de diciembre de 2009
TURRÓN DE CHOCOLATE
Receta apta para principiantes y novatos.
Deshacemos 100 gr. de manteca de cacao (es difícil de encontrar, pero aunque no sabe igual, se puede sustituir por manteca de cerdo) en una cazuela a fuego suave hasta que se derrita. Una vez derretida, añadimos 300 gr. de chocolate con leche y 250 gr. de chocolate de cobertura hasta que se deshaga. Y cuando ya esté todo derretido, retiramos la cazuela de fuego y añadimos 170 gr. de arroz inflado.
Ahora sólo queda pasarlo a moldes y esperar a que se enfríe para que te lo puedas comer.
domingo, 13 de diciembre de 2009
Macarrones con camemmmbert
Queso camembert
Parmesano en sobre o si se es sibarita, un trozo para rayar
Dos dientes de ajo
Pasta, yo he elegido macarrones
Espinacas crudas
Sal, aceite, pimienta y romero fresco
Creo que no me olvido nada
Se saca la tapa del queso camembert de manera que quede la parte de arriba al descubierto, que se vea la parte cremosa de dentro. Se añaden los ajos troceaditos pequeños y luego las hojas de romero, sacando los tallos leñosos y se aprietan de manera que queden sujetos al queso. Se le añade pimienta negra molida (recién sería lo correcto, por el aroma) y un chorro de un buen aceite de oliva y se pone en el horno previamente recalentado a 180º. Debe estar dentro hasta que se ha fundido el interior e incluso dorado un poco si se acaba poniendo cerca del gratinador.
Mientras se está haciendo el queso, se pone la pasta a cocer. Y mientras, las espinacas, se pueden saltear en una sartén con un poquito de aceite y sal. También, se podrían hervir unos 30 segundos en agua, pero prefiero, por experiencia, saltearlas, siempre están mejor.
Cuando se ha acabado todo esto, se monta el plato:
Se pone la pasta y las espinacas, se espolvorea el parmesano y por último, cuando ya has sacado el camembert del horno y lo has removido con una cucharilla se añade al plato y listo para servir.
¡Ya me diréis! Ha sido una suculenta comida de domingo. Ah, y de segundo, esto:
sábado, 12 de diciembre de 2009
Pastel de zanahoria y coco
INGREDIENTES:
1 taza de aceite de oliva
1 taza de coco rallado
2 tazas de azúcar
4 huevos
3 tazas de zanahoria rallada
2 tazas de harina
1,5 tazas de nueces picadas
una pizca de sal
canela en polvo al gusto
ELABORACIÓN:
Mezclar los huevos con el azúcar y, cuando ya tengan una consistencia cremosa, añadir el aceite, la harina, el coco, la zanahoria, las nueces, la sal y la canela. Mezclarlo todo bien.
Pasar la mezcla a un molde, previamente untado con mantequilla.
Precalentar el horno y hornear el pastel a 170°C. Según la receta, de 30 a 45 minutos. Yo lo tuve 1 hora larga. Así que lo mejor es comprobar la cocción pinchando el pastel, porque dependerá de cada horno.
Desmoldarlo y decorarlo con coco rallado por encima.
jueves, 3 de diciembre de 2009
Día de compra
Hoy sobraba: un trozo de coliflor, cuatro zanahorias, dos pimientos verdes, un tomate maduro, cinco ajos tiernos, una cebolla y una pechuga fileteada de pollo (cuando digo una quiero decir media, discusión que tengo siempre en la carnicería, porque consideran una única pechuga las dos del pollo).
He agarrado mi cuchillo cebollero y troceado de cualquier manera, no me apetecía encontrar trozos iguales, las verduras. Luego he hecho lo mismo con el pollo.
En una sartén pequeña con poco aceite he dorado el pollo, una vez hecho, lo he salpimentado y lo he reservado.
En una sartén grande, he puesto primero la cebolla y el ajo y lo he salteado un poco.Ah, y una guindilla, que me olvidaba. Me gusta que la cebolla está algo más hecha que el resto de las verduras porque confiere una melosidad al plato que a mí me gusta. Antes de añadir el resto he salado la cebolla y ajo. Luego he ido añadiendo las verduras poco a poco (excepto el tomate). Cuando he creído que estaba he puesto el tomate troceado y he dado vueltas hasta que ha soltado la piel y se ha deshecho. He retirado la piel. Aquí le he añadido un el pollo, he dado un par de vueltas más para que cogiera la misma temperatura, he subido el fuego y he añadido un poco de un buen cognac. Cuando ha acabado la evaporación del alcohol de este, he añadido un poquito de agua, he bajado el fuego y he dejado hacer chup-chup un rato, como diría mi abuela.
Ya está. Te lo puedes comer en plan mexicano sobre tortitas de maíz, o en plan venezolano dentro de una arepa, o en plan italiano, en una pizza con mozzarela y queso, o en plan español, con una buena cuchara y chusco pan. Te lo comas como te lo comas, te va a gustar.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Patatas de acompañamiento
Se hierven las patatas con piel hasta que están cocidas. Se sabe porque al pincharlas con un palillo se hunde. El tiempo es muy relativo, pues depende de que tipo de cocina se utilice, o si se hace con una olla rápida. Así que, utilizando el cuento de la vieja palillera, no hay pérdida. Las patatas, antes de cocerlas, deben estar bien limpias, porque la piel también la comeremos.
Cuando están hechas, se secan bien y se dejan enfriar un poco. Luego, con un paño limpio (por si a alguien se le ocurre coger el que tiene más a mano) se chafan una a una hasta que quedan más o menos con un grosos de un centímetro. En una bandeja de horno se pone papel cebolla (sulfurizado, vamos, el de horno de toda la vida) y se disponen las patatas chafadas tal como en la foto.
Ahora toca el aliño; depende de para qué las utilices como acompañamiento le puedes poner una cosa u otra, perejil y ajo, ajo sólo, tomillo, romero, algo de tabasco o guindilla picada, sal y pimienta, por supuesto y todo lo que se te vaya ocurriendo, orégano, por ejemplo. Les echas un buen chorro de aceite, incluso con una espátula las levantas con cuidado para que el aceite se cuele debajo y al horno, a temperatura alta, según se vea y según el horno.
Con los hornos tampoco se puede hablar de temperaturas ni tiempos, porque cada uno es una historia y cada cual debe conocérselo.
Cuando están casi hechas, se me ocurre que se puede tirar encima trocitos de bacon, o de jamón serrano, o de queso, que quedarán muy buenos y dejarlo todo junto un poquito más en el horno. No mucho más que el bacon y el jamón luego quedan como kikos.
Yo, porque tengo un horno birria, le puse antes de servir, un poco el gratinador para que cogieran color y el resultado fue este… y otro, en forma más romántica, del que no pienso dejar constancia.